[...]
Soporto tus defectos. Uno se resigna a los defectos de Dios. Soporto tu ausencia. Uno se resigna a la ausencia de Dios.
[...]
Un niño es un rehén. La vida nos tiene atrapados.
[...]
Fuegos (1936). Marguerite Yourcenar.
febrero 10, 1991
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario