octubre 06, 2005

Depresión

[...]

- ¿Qué es la depresión?


La eclosión de resortes emocionales seleccionados y legados por la evolución natural de nuestra especie.

- ¿Sí? !Regalito envenenado!

Hablo de resortes que han sido útiles para adaptarnos al entorno y sobrevivir..., pero que pueden manifestarse de modo anómalo.

- ¿Útil? ¿La depresión es útil, doctor?

Entiéndame: el dolor ¿es útil? Lo es en la medida en que es un mecanismo de alarma que te avisa de que algo falla, lo que te ayuda a reararlo. Pero un dolor crónico ¡es inútil!

- ¿Hay depresiones útiles e inútiles, pues?

Todos padecemos depresiones pasajeras son una alarma, son la respuesta emocional a ciertos conflictos... Pero si esa alarma se desmadra, será entonces una grave enfermedad.

[...]

- El medio nos ayudó. Pero ¿y la depresión?

Es una alarma ante una situación anómala, para poder corregirla: nos ayuda a desmotivarnos. ¡Y desmotivarnos resulta útil cuando estamos metidos en un empeño inútil!

- Acláreme esto.

Si para tí es esencial conseguir algo que no tienes modo de conseguir, tu ánimo decaerá. !Es un resorte seleccionado por la evolucion para alejarte de lo infructuoso! El desmadre de ese resorte natural es la depresión.

- Todos esperamos conseguir cosas...

La esperanza es tan humana como el sexo. Y la esperanza causa depresión. Esperar es desesperar: no te deprimes por haber perdido la esperanza, sino por aferrarte a una esperanza. Si esperas salvar a un hijo de la droga y no lo logras, te deprimes. Es humano y es inevitable. Renunciar a la esperanza es como renunciar al sexo: ¡algo muy difícil!

- Desde luego.

Y por eso somos criaturas expuestas a la depresión, propicias a ella. Y cada vez más...

- ¿Y por qué cada vez más?

Porque cada día estamos más inmersos en un medio cultural que nos induce a anhelar muchas metas que sentimos a la vez como imprescindibles y como inalcanzables.

[...]

Randolph M. Nesse, fundador de la medicina darwiniana, entrevistado por Víctor-M. Amela en "La Contra" [La Vanguardia, 6 de octubre].

septiembre 26, 2005

septiembre 25, 2005

septiembre 22, 2005

Personalidad inventada

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Cada uno de nosotros ve las cosas no como son, !sino como quiere verlas! En resumen, si no lo creo, no lo veo.


- Ah, pero ¿no era al revés?

No, no: cada uno somos un sistema de creencias. Y ese sistema es el filtro con el que construimos nuestra visión del mundo.

- Yo procuro mirarlo con objetividad...

Pues no olvides que lo que llamas yo... no es más que un sistema de creencias.

- Eh, perdone...: yo soy yo.

Un yo formado con lo que te han dicho, lo que te han hecho... todo eso ha ido conformando lo que crees ser tú, ese yo. ¡Dime qué te han hecho y te diré quién eres!

- Yo tengo mi personalidad, oiga.

¿Personalidad? ¡Lo de la personalidad es un mito! ¿No ha observado que, según con quién estés, eres distinto en cada caso?

-...

¿A que sí? La llamada personalidad, pues, no es una estructura interna que se manifiesta en acciones. No. No hay un yo soy así, sino patrones de conducta relacionales.

- A ver, entonces, ¿dónde estoy yo, mi yo?

Nuestra manera de ser no se da en el interior de la persona, sino entre las personas. Tu identidad... ¡es una construcción!

- ¡Está diciendo que es una invención!

Sí. Eso somos. Nos pasamos media vida construyéndonos, construyendo un personaje... Y hacia los 40 años empezamos a hacer balance, a preguntarnos: ¿qué he cosntruido? ¿quién soy yo? Y... disponemos de otra media vida para ir deconstruyéndonos.

- ¿Y en qué consiste deconstruirse?

En ir desidentificándote de ese personaje construido, de ese sistema de máscaras y creencias... e ir desprendiéndote de todo.

- ¿De todo? ¿Hasta qué punto?

Hasta desapegarte de todas las cosas -e incluso emociones- sobre las que te has ido edificando. Hay quien logra desprenderse de todo y logra irse muy tranquilo de esta vida. Pero esto es muy difícil, muy difícil...

- ¿Eso era lo que proponían los griegos cuando decían "Conócete a tí mismo"?

Foucault nos mostró en Tecnologías del yo que ese precepto fue sólo la consecuencia de otro precepto superior: "Ocúpate (o cuídate) de tí mismo", es decir, escúlpete, modélate, invéntate, créate, ¡constrúyete a tí mismo!

- ¿Sólo puedes conocerte si te construyes?

Así es. Creer... es crear. Por eso todo depende de tus pensamientos, de tus creencias, de dónde pones la atención. Si la pones en tu angustia, vivirás angustiado. Sobre lo que pones la atención... es lo que se manifiesta.

- La canción: Tres cosas hay en la vida...

Pero no es cierto que tener salud, dinero y amor garantice la felicidad: puedes estar parapléjico, pobre y sin novia... !y ser feliz!

- Pues ya me dirá cuál es el secreto...

La vida, vivir. Lo importante es estar conectado con la vida, vivir. Y vivir es relacionarte con el entorno y con los otros: en suma, cuidar la comunicación con los demás.

- ¿Sólo eso? No parece gran cosa...

Pero hoy lo queremos todo y no paramos de hacer cosas para logarlo: hacemos, hacemos... Y nos forzamos tanto que un día, ¡pam!, reventamos: ahí aparece la ansiedad o la depresión, dos expresiones de lo mismo.

- ¿De qué?

De que tu cuerpo te dice "basta". En la ansiedad, el cuerpo se te acelera; en la depresión, no te responde. En ambos casos, tu cuerpo te exige un respiro, un mimo.

- ¿Y qué hay que hacer?

Cambiar algún hábito, mimarte el cuerpo... Plantearte si tú eres lo que haces... Y pregúntate para qué haces todo lo que haces.

[...]

Xavier Guix, psicólogo, entrevistado por Víctor-M. Amela en "La Contra" [La Vanguardia, 22 de septiembre].

febrero 20, 2005

Aspettami | Pink Martini


Aspettami

Wait for me
I've been lost
Adrift at sea
In your dreams
Dream my way
Someday I'll find my heart
And come back to stay.

Do you miss me
My darling
As I miss you
Take my hand
And pull me near
And never let me go again my dear.

There was a time
I was safe in your arms
And the stars fell away like diamonds
Then we were young
And our love was younger still
Was it just an illusion.

Aspettami
Wait for me
Close your eyes
And you will see
I'm coming home
Every sky in my heart will be blue
On the day I come back to you.

I'm coming home
Every sky in my heart will be blue
On the day I come back to you.

Pink Martini [Hang on Little Tomato, 2004]

febrero 09, 2005

Un gin-tonic, por favor...

[...]

Cuando se pregunta a los gourmets sobre cuál es la bebida larga más antigua que aún triunfa en coctelería, muchos afirman que es el cuba libre, creado a finales del siglo XIX en la isla caribeña de homónimo nombre mediante combinación del ron con la naciente Coca Cola. Pareciera que el gin tonic fuese algo actual, casi contemporáneo, aunque su historia es bastante anterior.


Todo comenzó en 1783, año en el que Johann Jacob Schweppe, un joyero de origen alemán residente en Ginebra, inventa un sistema eficaz para introducir burbujas de anhídrido carbónico en el agua envasada en botellas. Pronto la compañía fundada por Schweppe se estableció en Londres, capital europea de la época, donde primero el agua con gas y luego las sodas de frutas hicieron furor. Pero no fue hasta 1870 cuando a partir del extraordinario crecimiento que había tenido la producción de jarabes medicinales en la farmacia anglosajona, J Schweppe & Co tuvieron la genial idea de incluir quinina en la soda carbonatada de naranja para producir agua tónica; una bebida que además de refrescante era un medicamento para combatir el paludismo.

Tras el glorioso éxito obtenido entre la tropas expedicionarias de Su Majestad en la India, lo demás ya ocurrió de forma imparable. Alguien, no se sabe si un alto oficial británico, el ejército por aclamación o algún avispado vendedor de tónica, propuso añadirle aguardiente para fabricar un combinado. Y parece que se optó por la ginebra tanto en honor de la ciudad que vio nacer a J.J. Schweppe como, más probablemente, debido las propiedades medicinales que desde antiguo se han atribuido a esta espirituosa bebida. Esta es sin duda una de las más importantes razones del auge entre los gourmets del gin tonic como magnífico digestivo, pues es indiscutible que la perfecta conjunción de amargos, dulces y anisados presentes en el combinado, acelera la digestión, entona el ánimo y ayuda a superar las vicisitudes que a veces enturbian el placer gastronómico.

Y si por historia y equilibrio de formulación, la presencia en el gin tonic de la tónica Schweppes parece inobjetable, un ingrediente cuya marca depende esencialmente del gusto personal es la ginebra. En mi opinión, la complejidad gustativa, finura y elegancia de la Bombay Sapphire, aromatizada con una armónica mezcla de granos del paraíso, bayas de enebro, almendras, piel de limón, regaliz, pimienta de cubeba, anís, canela, raíz de angélica, casia, cilantro y raíz de lirio blanco, es insuperable. Ahora bien, otras opciones interesantes son la Citadelle, cuya extraordinaria complejidad olfativa con 19 aromas vegetales quizás resulte excesiva en una bebida larga, la Bombay tradicional, la Tanqueray, más cremosa, dulce y con ligero sabor mentolado y, porqué no, cualquier otra que agrade al consumidor.

Un punto donde sí hay acuerdo unánime entre connoiseurs es en la contraindicación absoluta del jugo de limón como ingrediente del gin tonic, pues el zumo ácido reacciona de forma inmediata con el bicarbonato de la tónica levantando todas las burbujas hasta dejar sin fuerza la bebida. El complemento ideal del combinado es la piel del limón verde o de la lima, de sabor levemente amargo y perfumada con d-limoneno, el maravilloso aceite volátil que identifica a estos frutos y al que recientemente hasta se le han reconocido potentes propiedades anticancerosas.

Hemos hablado de los ingredientes, pero, ¿Cuál es la mejor fórmula?. Aunque hay tantas opiniones como gustos, con la receta que a continuación se expone, Joaquín Fernández, propietario de una de las mejores coctelerías de Europa, ganó el I Campeonato de España de Gin Tonic y el Subcampeonato del Mundo de Coctelería. La realización parece fácil, pero el procedimiento está lleno de sutilezas. Ingredientes: 8 cubitos de hielo macizo y sin cloro (de agua mineral o desionizada), 2/10 partes de ginebra, 8/10 de tónica Schweppes y tres láminas finas (twist) de limón verde.

Preparación: Poner el hielo en la copa (1), realizar dos twist de limón rascando con dos pinzas de hielo la tira de piel para posteriormente enroscarla sobre sí misma (2), escanciar la ginebra (3), luego muy suavemente la tónica (4), remover suave con cucharilla larga dos veces (5) y aromatizar con el último twist de limón (6). Y ahora a disfrutar (7, 8). Emplee su tiempo para percibir la complejidad de los aromas que se generan. Tómelo a sorbos cortos, dejando que la piel del limón impregne el sabor del combinado. Es seguro que este trago actuará como un perfecto bálsamo medicinal y digestivo para cerrar sus comidas más opíparas.

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febrero 06, 2005

Corcovado | Everything but the girl


Um cantinho, um violão
Esse amor, uma canção
Pra fazer feliz já que se ama.

Muita calma pra pensar
E ter tempo pra sonhar
Da janela vê-se o Corcovado
O Redentor, que lindo.

Quero a vida sempre assim
Com você perto de mim
Até o apagar da velha chama.

E eu, que era triste
Descrente desse mundo
Ao encontrar você eu conheci
O que é a felicidade, meu amor.

Antônio Carlos Jobin / Everything but the girl [Like the deserts miss the rain..., 2002]

febrero 01, 2005

Acuarela de Brazil | Pink Martini


Brazil, when stars were entertaining June,
We stood beneath an amber moon
And softly murmured someday soon
We kissed and clung together
Then - tomorrow was another day
The morning found us miles away
With still a million things to say
And now, when twilight dims the skies above
Recalling thrills of our love
There's one thing I'm certain of
Return, I will, to old Brazil.

Ary Barroso / Pink Martini [Sympathique, 1997]

enero 31, 2005

Amor = vida

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Creo que sólo a partir de que tienes la certeza de un amor elemental se puede empezar a vivir, porque, sino, construyes sobre la inseguridad.

[...]

Fatèma Hal, cocinera franco-marroquí, dueña del restaurante Mansouria de París, entrevistada por Ima Sanchís en "La Contra" [La Vanguardia, 31 de enero].

enero 30, 2005

Aunque sea un instante | Jaime Gil de Biedma


Aunque sea un instante, deseamos
descansar. Soñamos con dejarnos.
No sé, pero en cualquier lugar
con tal de que la vida deponga sus espinas.

Un instante, tal vez. Y nos volvemos
hacia atrás, hacia el pasado engañoso cerrándose
sobre el mismo temor actual, que día a día
entonces también conocimos.

Se olvida
pronto, se olvida el sudor tantas noches,
la nerviosa ansiedad que amarga el mejor logro
llevándonos a él de antemano rendidos
sin más que ese vacío de llegar,
la indiferencia extraña de lo que ya está hecho.

Así que a cada vez que este temor,
el eterno temor que tiene nuestro rostro
nos asalta, gritamos invocando el pasado
-invocando un pasado que jamás existió-

para creer al menos que de verdad vivimos
y que la vida es más que esta pausa inmensa,
vertiginosa,
cuando la propia vocación, aquello
sobre lo cual fundamos un día nuestro ser,
el nombre que le dimos a nuestra dignidad
vemos que no era más
que un desolador deseo de esconderse.

"Aunque sea un instante". Jaime Gil de Biedma. [Compañeros de viaje, 1956]