mayo 02, 2006

La importancia de las palabras | Kavafis

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Observo a menudo la poca importacia que dan los hombres a las palabras. Me explicaré. Un hombre sencillo (y con "sencillo" no quiero decir imbécil, sino alguien sin distinción) tiene una idea, condena una ley o una opinión generalmente aceptada. Sabe que la gran mayoría piensa lo contrario, y por ello calla, creyendo que no conviene que hable, argumentando que con sus palabras no cambiará nada. Es un gran error. Yo actúo de otro modo. Condeno, por ejemplo, la pena de muerte. Apenas tengo ocasión lo proclamo, no porque crea que, porque yo lo diga, la abolirán mañana los gobiernos, sino porque estoy seguro de que diciéndolo contribuyo al triunfo de mi opinión. No importa que nadie esté de acuerdo conmigo. Mis palabras no se pierden. Quizá alguien las repetirá o llegarán o oídos de gente que las escuche y se anime. Puede que algunos de los que ahora no están de acuerdo la recuerde en una circunstancia favorable en el futuro y, con la coincidencia de estas circunstancias, llegue a convencerse o dude de su convicción en sentido contrario. Y así también en las otras cuestiones sociales y en algunas en las que especialmente se exige la praxis. Reconozco que soy cobarde y no puedo actuar. Pero no creo que mis palabras sean inútiles. Ya actuará otro. Muchas de mis palabras le facilitará, aunque yo sea cobarde, la energía. Purifican el suelo.

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Konstantinos Kavafis. Nota manuscrita del 19 de octubre de 1902.

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